¿Es hora de levantar la prohibición de llevar alcohol al espacio
Perspectivas >

¿Es hora de levantar la prohibición de llevar alcohol al espacio

|

Boris Pavlischev / La Voz de Rusia.- Los rusos no fueron solo los primeros en viajar al espacio, también fueron los primeros en llevar en secreto una botella de brandy a bordo. Ahora los científicos están pensando en incluir el alcohol en el menú de los astronautas.

El debate de prohibir o no el alcohol en el espacio empezó con las primeras misiones espaciales, puesto que dosis moderadas de alcohol pueden mejorar algunos de los efectos de la ingravidez prolongada como son la fatiga, la atrofia muscular, la pérdida de masa ósea, la falta de apetito, el debilitamiento del sistema inmune, el insomnio y la ansiedad. Más que un mero estimulante, el alcohol suministra energía y microelementos. Pero también tiene sus contras: un cosmonauta relajado por el alcohol puede apretar el botón equivocado y desatar una emergencia. Por eso tanto la URSS como EEUU vetaron su uso fuera de la atmósfera.

La polémica volvió a salir a la palestra en la década de los 70, cuando se lanzaron las primeras estaciones espaciales: la Salyut-1 en 1971 y la Skylab dos años después. Había que dar sabor a la comida para estimular el apetito de los astronautas durante los largos vuelo. De nuevo los investigadores sugirieron el alcohol. La NASA puso una condición, que fuera una marca nortemericana. Y así se eligió el Paul Masson California Rare Cream Sherry. El jerez o sherry es un vino fortificado que se conserva mejor, así que los científicos se figuraron que funcionaría mejor.

Los astronautas podían beber cuatro onzas (unos 110 gramos) de jerez cada cuatro días. Se diseñó un contenedor especial, que consistía en bolsa plástica flexible con un tubo para beber que podía cortarse. El contenedor fue testado en un avión con gravedad reducida. Los olores liberados por el vino tuvieron efectos inesperados en la tripulación. Muchos cogieron su bolsas para vomitar y cuando les preguntaron si querían más jerez, la mitad de la tripulación dijo que no.

En 1972, al comandante del Skylab-4, Gerry Carr, se les escapó que no debería haber jerez en el menú de los astronautas. Eso provocó una avalanche de cartas de protesta de ciudadanos pidiendo a la NASA que suprimiera su program con el alcohol. Así que el jerez no volvió al espacio.

¿Y los cosmonautas rusos? Sí, había una prohibición oficial de beber alcohol, pero de alguna manera se las ingeniaron para romperla, dijo Igor Marinin, director de la revista Noticias de la Cosmonáutica. “Se cree, y ningún médico lo negaría, que una pequeña cantidad de alcohol lo mantiene a uno en un buen estado de ánimo, alivia el estrés y ayuda a dormir mejor. Muchos astronautas lo creen. Incluso en la década de 1970 lograron colar alcohol a bordo en un frasco de plástico plano lleno de brandy y escondido dentro de un traje espacial...

“La prohibición se levantó sólo una vez. Al astronauta francés Jean-Luc Chrétien se le permitió llevar un poco de vino de Burdeos cuando viajó a la estación espacial Mir. El resto de la tripulación apreció mucho ese tratamiento”.

Resultó, sin embargo, que los vapores del licor eran malos para la tripulación, explicó a La Voz de Rusia Yuri Bubeyev, jefe de la unidad de psicología del Instituto de Problemas Médico- Biológicos. “Los vapores de alcohol dañan sistemas de revitalización de aire y pueden causar posibles emergencias fomentadas por el fuego”, subrayó. Una vez estalló un incendio, pero no el alcohol. Sucedió a bordo de la estación Mir en 1997. Tras apagar las llamas, la tripulación ruso-estadounidense se tranquilizó con un poco de brandy.

“Una vez se llevaron a cabo experimentos de investigación con alcohol puro, estudiaron el comportamiento de un líquido en condiciones de ingravidez en los tanques de combustible Después del experimento se vieron obligados a tirar el alcohol por la borda, pero ellos nunca lo hicieron”, añadió Marinin.

Mucho antes, en 1980, una nave Soyuz-T2 fue a acoplarse a la estación Salyut- 6, pero el sistema de orientación se averió por lo que todo el acoplamiento tuvo que ser llevado a cabo de forma manual. Ese fue un momento de gran estrés para la tripulación, que se sintió mucho mejor al tener cerca un poco de brandy que se había colado en la Soyuz en una lata de titanio con forma de libro.

Cuando se les pregunta a los astronautas si la prohibición del alcohol todavía está en vigor, sonríen y dicen: “Sí”.



Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos

Lo más visto