Space Security ha publicado un nuevo informe sobre la seguridad del espacio exterior en el que advierte sobre una “guerra de armamentos si se restringe el conflicto y el uso de la fuerza en el espacio”.
El índice de seguridad espacial 2018 rastrea los desarrollos y actividades en 2017 relacionados con cuatro indicadores de la seguridad del espacio exterior: la sostenibilidad ambiental, el acceso y uso del espacio, las tecnologías para la seguridad del espacio y la gobernanza del espacio, para captar cambios a largo plazo. Según la directora del proyecto, Jessica West, “el informe anual llama la atención por su advertencia de la carrera hacia la militarización y la guerra en el dominio espacial”.
El informe ha concluido que los estados clave continúan desarrollando capacidades antisatélite; que las capacidades satelitales sustentan operaciones tácticas y estratégicas para las fuerzas militares nacionales, lo que provoca un aumento de las tensiones; que las estrategias militares en algunos estados incluyen un uso agresivo del espacio exterior como dominio de la guerra; y que se están desarrollando pocos mecanismos de gobernanza para restringir el uso de la fuerza en el espacio exterior.
En este sentido, West indicó que “esta situación tiene serias repercusiones para todos nosotros. La seguridad espacial es seguridad global. Cada faceta de la seguridad global depende de la capacidad de acceder y utilizar los servicios con enlaces al espacio exterior. La guerra en el espacio podría contaminar ese entorno”.
Según el informe, en 2017, hubo 1.800 satélites activos, 70 programas espaciales civiles, programas espaciales gubernamentales que recibieron un total de 60.000 millones de euros en fondos, 62 estados que poseían satélites, 2.000 vidas salvadas a través de la constelación Cospas-Sarsat, ingresos de la industria de satélites de 265.000 millones de euros y una inversión privada en nuevas empresas espaciales por una suma de 2.000 mil millones de euros.
Foto: ESA.