El telescopio James Webb está pasando por las últimas pruebas antes de ser lanzado a finales de este año. Por última vez mientras está en la Tierra, el telescopio de ciencia espacial más grande y poderoso del mundo ha abierto su icónico espejo primario. Este evento ha marcado un hito clave en la preparación del observatorio para su lanzamiento.
La conclusión de esta prueba representa el punto de control final del equipo en una larga serie de pruebas diseñadas para garantizar que los 18 espejos hexagonales estén preparados para un largo viaje en el espacio y una vida de profundos descubrimientos. “El espejo principal es una maravilla tecnológica. Los espejos livianos, revestimientos, actuadores y mecanismos, electrónica y mantas térmicas cuando están completamente desplegados forman un solo espejo preciso que es verdaderamente notable”, ha explicado el gerente de elementos del telescopio óptico para Webb en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Lee Feinberg.
Los comandos para desbloquear y desplegar los paneles laterales del espejo se transmitieron desde la sala de control de pruebas de Webb en Northrop Grumman en California. Las instrucciones de software enviadas y los mecanismos que operaron son los mismos que se usan en el espacio. Se conectó un equipo especial de compensación de gravedad a Webb para simular el entorno de gravedad cero en el que operarán sus complejos mecanismos. Durante la prueba se colocó todo el revestimiento térmico final y el blindaje innovador diseñado para proteger sus espejos e instrumentos de interferencias.
Después de esta prueba, los ingenieros pasarán a abordar las últimas pruebas de Webb, que incluyen extender y luego restaurar dos conjuntos de radiadores que ayudan a que el observatorio se enfríe, y una extensión completa y restauración de su torre desplegable.
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