El año 2014 celebramos en la ESA el 50º aniversario de la cooperación espacial en Europa. Hace ahora cinco décadas, los europeos fuimos conscientes de que sólo uniendo los esfuerzos de todos podríamos ser capaces de acceder al Espacio y ser competitivos a nivel mundial. Con este objetivo nació el 20 de marzo de 1964 la organización europea ESRO (European Space Research Organization), que se fusionaría en 1975 con su organización hermana ELDO (European Launch Development Organization) para constituir lo que es hoy la Agencia Espacial Europea (ESA), cuya misión principal está bien resumida en el artículo II de su Convención: “Hacer realidad y promover la cooperación entre los Estados europeos en investigación, tecnología y aplicaciones espaciales para usos exclusivamente pacíficos”.
En la actualidad, son miembros de la Agencia Espacial Europea 22 países europeos, junto con Canadá que es miembro asociado. Están incluidos 20 países de la Unión Europea, junto con Suiza y Noruega.
La Agencia Espacial europea ha desarrollado durante este tiempo más de 70 satélites, cuenta actualmente con 18 satélites científicos operativos y se ha convertido en una de las pocas agencias espaciales del mundo que desarrolla actividades en todos los ámbitos del sector: cohetes lanzadores, observación de la Tierra, telecomunicaciones, navegación por satélite, exploración humana y robótica, ciencia y tecnología.
España ha sido y sigue siendo un actor importante en la historia espacial de Europa. Es uno de los diez países fundadores de la Agencia Espacial Europea y es el quinto país de Europa en importancia en cuanto a su sector espacial industrial y científico. Nuestro país participa en mayor o menor medida en todos los programas de la Agencia y tanto la comunidad científica como la industria aeroespacial española juegan un papel, cada vez mayor, en todas las fases de las misiones espaciales de la ESA.
España acoge además el centro de ESAC, uno de los seis centros principales de la Agencia, su alma científica. Actualmente desde esta institución coordinamos las operaciones científicas de más de 25 misiones espaciales, en misiones del sistema solar, de estudio del Sol o misiones astronómicas, en todas las bandas de observación del espectro. Para ello trabajan hoy en ESAC más de 350 personas, la mayoría de ellos científicos o ingenieros y con nacionalidades de hasta 26 países diferentes.
España cuenta, además, con una de las tres estaciones de Espacio profundo de la ESA: la estación de Cebreros, en la provincia de Ávila, una de las estaciones terrenas más modernas del mundo; y las estaciones terrenas de Villafranca y de Maspalomas, en colaboración con el INTA.
Disponemos también de varios laboratorios asociados a la ESA, en tecnologías tan variadas como microgravedad, biotecnología, células solares y radiofrecuencia de alta potencia. España acoge igualmente en Barcelona, uno de los 10 centros de incubación de empresas de la ESA, como parte del programa de transferencia de tecnología y, en breve, durante este año 2015, el ESA BIC de Madrid se pondrá también en funcionamiento.
Fruto de ese esfuerzo continuado y de su activa participación en los programas espaciales más ambiciosos, a través de la Agencia Espacial europea, nuestro país ha conseguido desarrollar una industria espacial consolidada y una comunidad científica muy respetada internacionalmente. La industria ha llegado a un alto grado de madurez, cubriendo todos los sectores de la actividad espacial. España cuenta con compañías capaces de liderar de forma completa un programa de la ESA y de realizar un satélite. Nuestro país cuenta además con Hispasat, uno de los operadores más importantes del mundo.
Todo este esfuerzo continuado ha permitido desarrollar un alto valor tecnológico, capacidad innovadora, investigación científica, la internacionalidad de nuestras empresas, gran capacidad exportadora, alta rentabilidad económica y un efecto tractor muy importante en prácticamente todos los sectores de nuestra economía. Llegar hasta aquí ha requerido varias décadas de esfuerzo y es, pues, esencial cuidar este sector tan estratégico, de tanto valor tecnológico y de tanta rentabilidad económica para seguir siendo y, si es posible, aumentar nuestro protagonismo en el sector Espacio durante los próximos 50 años.
(El artículo completo puede encontrarse en el Perfiles IDS Industria Espacial Española)