Sabor agridulce en el ensayo del Starship: el Mechazilla funciona muy bien pero la nave necesita unos ajustes

La séptima prueba del Starship ha dejado un sabor agridulce en SpaceX. Por un lado, ha quedado demostrado que el Mechazilla, el dispositivo para atrapar la segunda fase del propulsor, funciona como un reloj suizo. Pero, desgraciadamente, la etapa superior se desintegró, provocando una lluvia de restos que se convirtieron en fugaces meteoritos.   

La explosión que destruyó la etapa superior fue causada probablemente por una fuga, informó Elon Musk, propietario de la compañía

El Starship fue lanzado el 16 de enero desde la base Starbase de SpaceX en el sur de Texas, iniciando la séptima prueba de vuelo del megacohete de 123 metros de altura.

Al principio todo iba bien. Las dos etapas del vehículo (el cohete Super Heavy y la nave espacial de la etapa superior) se separaron a tiempo y el Super Heavy regresó a la base estelar como estaba previsto, donde fue atrapado por los brazos tipo palillo de la torre de lanzamiento.

Sin embargo, la nave tuvo problemas poco después. La etapa de 52 metros de altura se desintegró sobre el océano Atlántico aproximadamente 8,5 minutos después del despegue, lo que creó un espectáculo en el cielo que pudieron ver los observadores en las islas Turcas y Caicos y otros lugares caribeños cercanos.

"Los primeros indicios son que tuvimos una fuga de oxígeno/combustible en la cavidad por encima del cortafuegos del motor de la nave que era lo suficientemente grande como para generar una presión que excedía la capacidad de ventilación. Además de, obviamente, volver a comprobar si hay fugas, añadiremos extinción de incendios a ese volumen y probablemente aumentaremos el área de ventilación. Hasta ahora, nada sugiere posponer el próximo lanzamiento más allá del mes próximo", dijo Musk a través de X , la plataforma de redes sociales de su propiedad, aproximadamente 2,5 horas después del lanzamiento del Flight 7. Los motores Raptor de Starship funcionan con oxígeno y metano líquidos.

Como indica la última frase del post de Musk, SpaceX planea volar el Starship con frecuencia en 2025; la compañía ha solicitado permiso para lanzar el megacohete desde Starbase hasta 25 veces este año.

El “desmontaje rápido e inesperado” (jerga espacial para explosión) del cohete tuvo efectos más allá de la esfera de SpaceX. Las autoridades federales estadounidenses redujeron y desviaron el tráfico aéreo hacia el área donde estaban cayendo los restos del vehículo espacial, aunque las operaciones normales de las aeronaves se reanudaron poco después.