Loreto Moraga (Achide): "Chile está incumpliendo los tratados espaciales que ha suscrito" (Parte 1)

A pesar de que Chile tiene condiciones naturales para la observación astronómica, como el telescopio ALMA en el desierto de Atacama, el país latinoamericano no cuenta con una industria espacial desarrollada. De hecho, su gasto público de 2023 (40 millones de dólares) es el tercero de Latinoamérica, detrás de Argentina (207 millones) y Brasil (47 millones). Y si bien la institucionalidad ha dado pasos relevantes, como la constitución de un Consejo Asesor Presidencial, hay sectores que insisten en la necesidad de reflotar la Agencia Chilena del Espacio, que existió efímeramente a comienzos de este siglo. Quien lidera las tratativas es la presidenta de la Asociación Chilena del Espacio (Achide), Loreto Moraga, que accedió a conversar con Infoespacial.com.

Debido a su extensión, esta entrevista se ha dividido en dos partes. Aquí la primera de ellas.

¿Qué puede ofrecer Chile a la industria espacial mundial?

Los mercados no son nacionales ni regionales, son mundiales. El espacio no conoce fronteras, es caro y es complejo. Chile, como país emergente puede usar los conocimientos que tiene de ciertos sectores productivos proyectados en el espacio. De ahí que miremos con mucho interés la minería espacial, esa necesidad extrapolada es un know how que en Chile está muy consolidado.

También, las ventajas comparativas desde el punto de vista geográfico: instalar antenas en la zona de Magallanes para la descarga de información satelital de las órbitas que pasan por el Polo Sur, el hecho de que tengamos una buena infraestructura digital que permita hacer descarga de datos y transmitirlos por fibra óptica a super computadores que estén instalados en el país. De hecho, Chile es el Hub de Copernicus en la región.

¿Y esas ventajas cómo se pueden transformar en aportes concretos?

Va a depender de que desarrollemos a tiempo el ecosistema espacial, ese es precisamente el objetivo de Achide: empezar a definir nuestras ventajas comparativas, llevándolas del potencial a lo concreto. Eso se tiene que hacer a través de proyectos colaborativos, solos no vamos a poder hacerlo, tenemos que insertarnos en programas internacionales, buscando financiamiento porque en Chile no lo hay. No hay platas públicas para esto, salvo concursos generales desde el ámbito científico. Desde el sector privado tenemos que ir conquistando, pero es difícil. Al privado en Chile le cuesta mucho invertir en investigación.

Observatorio ALMA, el mayor proyecto astronómico del mundo, está en el desierto de Atacama

¿Cómo nace Achide, quiénes están detrás y qué es lo que buscan?

Achide nace el 2000, impulsado por los ingenieros, satelitales y de otras especialidades, que trabajaban en el programa Fasat de la Fuerza Aérea (FACH). Ellos tenían el objetivo de impulsar la creación de la agencia espacial en Chile. Con el tiempo, eso sucede y en el Gobierno de Ricardo Lagos (julio de 2001) se firma un Decreto Supremo que crea la Agencia Chilena del Espacio, pero que se constituye con muy poco personal y con casi nulo presupuesto, lo que le dio una vida muy efímera. La organización confió que el proyecto iba a ser más duradero y cayó en una inactividad.

Que se retomó con el tiempo, ¿no?

El 2016 hubo una convocatoria de la Subsecretaría de Telecomunicaciones para revisar la Política Nacional Espacial, su actualización, y se convocó a diferentes organismos. Ahí nos juntamos una segunda generación de profesionales vinculados al espacio, junto a los originales del programa Fasat. Decidimos darle una proyección de más largo plazo a esta oportunidad y se nos ocurrió reflotar esta antigua organización que estaba dormida. El concepto fue no focalizarnos únicamente en constituir la agencia chilena del espacio, mediante una ley y con glosa presupuestaria permanente, sino que tener un objetivo más ambicioso y que los profesionales fuesen de distintas especialidades.

¿Y cuál es el objetivo ahora?

Nuestro objetivo ahora es mucho más amplio. Desde el punto de vista institucional nos interesa que se concrete la existencia de la Agencia Chilena del Espacio, pero también sentar las bases para un ecosistema espacial y derivar, eventualmente, en la creación de un clúster de defensa aeroespacial, que es más amplio todavía y que requiere un trabajo que excede la temática propiamente espacial. Son objetivos muy ambiciosos, súper a largo plazo.

La estrategia del Programa Espacial busca incrementar el poder nacional. Firma: Senado de Chile

¿Por qué es necesaria toda esa implementación en Chile?

En el mundo de hoy el espacio se privatizó, ya no es una actividad como en la Guerra Fría, reservada a las grandes potencias mundiales invirtiendo una cantidad infinita de plata. Se "democratizó" desde el momento que se estandarizó y cambió el concepto de exploración espacial, abaratándose costos. Antes se buscaba la perfección y era una actividad tremendamente cara, larga y lenta; una etapa que ha sido superada y reemplazada por el New Space. Sigue siendo caro y requiere esfuerzos colaborativos, pero ya es asequible. Uno ya no necesita al Estado para hacer actividad espacial, se puede hacer desde el mundo privado y el académico. Sin embargo, los privados no podemos actuar solos porque existe un régimen jurídico, un estatuto espacial internacional que establece responsabilidades de los Estados, por ejemplo, en eventuales daños que se puedan provocar a consecuencia de la actividad espacial.

¿Y Chile está al debe?

Chile ha suscrito el Corpus Iuris Spatialis y eso significa que asume ciertos deberes de control y de fiscalización, pero eso no se está haciendo. En rigor, Chile está incumpliendo los tratados que ha suscrito y por eso promovemos que exista una agencia espacial. Hay que cuidar la exposición de riesgo, derivada del tratado de responsabilidad, y debemos tener al Estado participando. Hoy en día, los proyectos son internacionales, colaborativos y se necesita un punto de contacto. Se empiezan a perder muchas oportunidades porque no está claro quién es el interlocutor y ese estándar son las agencias espaciales: organismos funcionales, con funcionarios técnicamente muy bien preparados, 100 % dedicados al tema espacial, con presupuestos permanentes, organismos creados por ley que se comunican directamente con el Presidente de la República. Es tan relevante que ni siquiera pasa por filtros de ministerios sectoriales y en Chile todo eso está en stand by porque no tenemos la agencia.