Hace menos de dos semanas, el pasado lunes 11 de septiembre, Frank Rubio (nacido en Estados Unidos, pero de padres salvadoreños) rompió el récord de permanencia continua en el espacio para cualquier astronauta de la NASA: 355 días. Sin embargo, acaba de conseguir otro hito para la agencia estadounidense, ya que este jueves 21 cumplió un año en órbita.
En estos 365 días, Rubio ha participado de exitosas investigaciones científicas, como la impresión 3D de la primera rótula con tejido humano, lo que establece un significativo avance respecto para los trasplantes de órganos. Sus estudios se han relacionado también con la agricultura y el proyecto Artemis: la adaptación para futuras misiones como el regreso de tripulaciones a la Luna y la ambición de llegar a Marte, posiblemente, hacia finales de esta década.
Dentro del laboratorio orbital de biología, Rubio activó el hardware para explorar cómo la microgravedad afecta las interacciones y los procesos genéticos en la bacteria Bacillus subtilis. De acuerdo con la NASA, descubrir este mecanismo permitirá tener un mejor conocimiento de la adaptación de las bacterias a los vuelos espaciales para ayudar a proteger la salud y la seguridad de los astronautas en las misiones.
Frank Rubio en el módulo Harmony de la Estación Espacial Internacional. Firma: NASA Johnson
Rubio también trabajó en el sistema de prueba en órbita de raíces expuestas, conocido como Xroots. Esta investigación utiliza técnicas hidropónicas (con base en agua) y aeropónicas (con base en aire) en lugar de suelo u otros medios de cultivo tradicionales para completar el ciclo de vida de las plantas de tomate. Los resultados contribuirán a identificar formas de cultivar productos agrícolas a mayor escala en las misiones.
El astronauta, quien también es médico, reemplazó componentes dentro de la Instalación de Biofabricación (BFF, por sus siglas en inglés), una plataforma que respalda investigaciones como BFF-Meniscus-2, la cual evalúa las propiedades mecánicas de un menisco y el tejido del cartílago de la rodilla impreso en 3D con células y tintas biológicas. Llevar a cabo indagaciones en este campo impulsará avances en la fabricación en el espacio de órganos humanos completos y funcionales para trasplantes.
En cuanto a pruebas físicas, Rubio participó en Zero T2, un proyecto que examina cómo afecta la salud de la tripulación la falta de ejercicio.
Experiencia en la Tierra y regreso a casa
Rubio también ha desarrollado su carrera en la Tierra: es teniente coronel del Ejército de Estados Unidos, piloto de helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk, con despliegues militares en Iraq y Afganistán, incluidas misiones bajo fuego enemigo.
Como parte de la tripulación de la Expedición 69 en la Estación Espacial Internacional (ISS), regresará a nuestro planeta el miércoles 27 de septiembre, con el récord ya fijo de permanencia ininterrumpida de vuelo espacial de 371 días.