El Starship de SpaceX explotó el pasado 20 de abril poco después de despegar de su plataforma de lanzamiento. Aun así, la empresa espacial de Elon Musk, que sobresale por sus innovaciones, es optimista por contar con un sistema fácilmente reutilizable y de gran tamaño.
Starship destaca por el diseño de los cohetes, un ingenioso sistema de separación de la nave y de su propulsor Super Heavy. Sorprende por su sencillez y por estar diseñado para que el peso del cohete sea más ligero. Con ello soluciona los problemas generados por los sistemas de separación utilizados hasta el momento, evitando así crear basura espacial que pueda dañar a la nave. En este sistema la separación se realice por medio de una rotación.
Super Heavy es la primera etapa de Starship, el sistema de transporte de dos fases totalmente reutilizable que mide 70 metros y que SpaceX está desarrollado para transportar de personas y de carga a la Luna, Marte y otros destinos. En la segunda etapa cuentan con seis motores Raptor para permitir que la nave vuelva de nuevo a la Tierra.