El primer sistema español de observación de la Tierra, Paz, ha sido finalmente lanzado hoy jueves tras muchos avatares. SpaceX puso en órbita al satélite desde Vanderberg, en California, a bordo de un cohete Falcon 9. Tras lograr alcanzar la órbita final, el Paz se someterá a las pruebas pertinentes para probar que todas sus aplicaciones funcionan de manera correcta desde la estación terrestre, situada en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Pasarán al menos seis meses hasta que el Paz comience a dar servicios a sus clientes.
El INTA ha llevado a cabo un acto en el que se ha proyectado el lanzamiento en directo en sus instalaciones de Torrejón de Ardoz, en Madrid. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha presidido el evento que, con motivo de la puesta en órbita del satélite de observación, ha tenido lugar hoy en las instalaciones del organismo público de investigación en Defensa.
La delegación oficial española que se desplazó hasta Vandenberg para acudir al lanzamiento en directo está encabezada por el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, quien está acompañado por el director general de Armamento y Material, el teniente general Juan Manuel García Montaño, el general responsable de los programas espaciales en el Ministerio de Defensa y parte de su equipo, así como por altos mandos de la División de Telecomunicaciones y asuntos espaciales del Estado Mayor Conjunto. Además, está presente un equipo de oficiales del Ejército del Aire destinados en el Centro de Sistemas Aeroespaciales de Observación (Cesaerob).
Hisdesat, propietario del satélite, ha involucrado en este proyecto a casi la totalidad de la industria espacial española. En este vídeo, el consejero delegado de Hisdesat, Miguel Ángel Panduro, cuenta en detalle a Infoespacial.com, la presencia empresarial nacional. El contratista principal, Airbus Defence & Space ha trabajado con 15 empresas nacionales y tres universidades españolas, la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Alcalá y la Universidad Politécnica de Cataluña.
A través de su radar de alta resolución, el Paz podrá adquirir imágenes independientemente de las condiciones meteorológicas y de la iluminación solar. En concreto, podrá tomar hasta 100 imágenes al día que tendrán diversas aplicaciones tanto en el ámbito de defensa y seguridad como en el comercial.
El Sistema AIS es un instrumento que detectará tanto a los barcos que están cerca de la costa como a los que navegan por el océano abierto. Toda esa información llega, una vez transmitida, a cualquier ordenador en tierra, donde es procesada. La precisión de la que es capaz AIS permitirá ofrecer detalles sobre la identidad de cada embarcación, su situación, ruta, velocidad, estado de la navegación, destino y carga, maniobras que realiza, calado, eslora, bandera, oleaje, zonas rocosas, consumo energético, etcétera.
El SAR es el instrumento central del satélite. Su funcionamiento se basa en la emisión de una señal que rebota contra la superficie terrestre y, una vez de vuelta, trae el eco con la información de lo que se encuentra la señal. Los radares SAR tienen tres particularidades: funcionan en base a microondas, logran emitir haces móviles pese a tener antenas fijas y, en tercer lugar, los haces emitidos suelen barrer sus blancos en forma oblicua y a una velocidad imposible para una antena giratoria, lo que genera mayor cobertura en lugares con iluminación y también de los que están en sombra, lo que da claroscuro y tridimensionalidad a la imagen obtenida.
El primer satélite español de observación de la Tierra estuvo tres años almacenado en una nave de Airbus en Barajas (Madrid), a la espera de su envío al espacio. En julio de 2016, Hisdesat decidió cancelar el acuerdo con Kosmotras debido a los continuos aplazamientos del lanzamiento y la ausencia de alternativas del Gobierno ruso.
En principio, el sistema debía ser lanzado desde el cosmódromo de Yasni (Rusia) en un cohete Dnepr. Sin embargo, en diciembre de 2015, Rusia emitió un decreto por el que se suspendían los lanzamientos de ese cohete. Según se informó entonces, el motivo era que el lanzador se basaba en el misil soviético SS-18 desarrollado en Ucrania, país con el que, en esos momentos, Rusia mantenía una guerra no declarada que comenzó en 2014 con su anexión de Crimea.
Tampoco con SpaceX ha salido todo bien desde el principio. Por diversos avatares, el lanzamiento se aplazó hasta en cinco ocasiones, siendo esta la definitiva, la sexta fecha (30/1, 10/2, 17/2, 18/2, 21/2, 22/2) anunciada desde la llegada del satélite a California.
Foto: Infoespacial.com