El INTA instala una antena para las futuras misiones de exploración de la NASA

La nueva antena DSS-56, construida por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), ya se encuentra operativa en el Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo que la NASA posee en el municipio madrileño de Robledo de Chavela.

El desarrollo del INTA estará destinado a la comunicación con misiones robóticas de exploración del sistema solar. La nueva antena, de 34 metros de diámetro, permite la transmisión y recepción de señales en las bandas S y X (2 y 8 Ghz), además de incorporar capacidades de recepción en las bandas K y Ka (26 y 32 Ghz).

Las capacidades que presenta la tecnología española abren nuevas posibilidades que resultan esenciales para las futuras misiones tripuladas a la Luna, en el marco del programa Atermis, y a Marte.

A la espera de la segunda antena

En 2018, el INTA adjudicó el contrato, valorado en 4,6 millones de dólares, para la construcción de las antenas DSS-56 y DSS-53, que se incorporará próximamente, a la empresa Acciona. El contrato estuvo gestionado a través de la dirección general del organismo de investigación del Ministerio de Defensa mediante procedimiento abierto y tramitación ordinaria.

El Consejo de Ministros aprobó, en septiembre de 2016, la licitación de este contrato, por el cual el INTA efectúa el suministro y montaje de las antenas y la NASA financia toda la instalación.

El contrato está basado en la prórroga de la enmienda del Acuerdo de Cooperación Científica entre España y EEUU, suscrito el 28 de enero de 2003. En concreto, establece el suministro de dos antenas multifrecuencia, del tipo Center-Fed Beam Waveguide Azimuth-Elevation (BWG) de 34 metros de diámetro, capaces de operar en el rango de frecuencia de 2-40 gigaherzios.

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