La seguridad en el espacio y las misiones espaciales para servicios a la sociedad también ocuparon parte de la primera jornada del foro SSSIF 2025 que se celebra en la capital malagueña. Estos dos aspectos son relevantes pues ponen en evidencia las amenazas y los beneficios que conlleva el delicado ecostema en el que orbitan los satélites de tamaño y peso muy diversos.
En cuanto a la seguridad, es fundamental evitar interferencias malintencionadas o jamming para prevenir una posible disrupción del servicio. También es preciso tener en cuenta que las nuevas tecnologías asociadas a la física cuántica están transformando la criptografía, las comunicaciones seguras y, por consiguiente, la protección de los satélites.
"El espacio no es solo un dominio sino que apoya a otros dominios", esto es, el aéreo y el terrestre. Así se expresaba Álvaro Sánchez, de Integrasys, en el panel número 2 del foro sobre satélites pequeños que está reuniendo esta semana a cientos de especialistas del sector en un hotel de Málaga.
Sánchez participaba en la mesa sobre seguridad en el espacio que estuvo dirigida por el presidente de Oesia, Juan M. Núñez y a quien acompañaban Francisco José Real, de Indra-Deimos; el coronel Diego M. Tobarra, del Mando de Espacio (Mespa) del Ejército del Aire y del Espacio; Félix Fernández, de Oesia; Ignacio Melendo, de Airbus; Justin Chandler, de Think Orbital; Enrique Fraga de GMV; y el general Juan Sánchez Delgado. Este último recordó que una amenaza para la seguridad en el espacio son los 40.000 objetos que permanecen aún en órbita.
El tercer panel del SSSIF 2025 enfocado a las misiones espaciales para servicios a la sociedad llegó a la conclusión de que el segmento más tractor para los años venideros será el de las comunicaciones, por delante del de observación de la Tierra, la seguridad, la navegación y el control de la basura espacial.
El moderador de esta mesa, Carlos Fernández, CEO de Telespazio Ibérica, preguntó a los panelistas si el sector es capaz de triplicar su valor en 10 años como pronostica el Foro Económico Mundial. La mayoría se mostraron optimistas. La economía espacial alberga un "gran potencial", adelantó Evi Papantoniou, de la Comisión Europea, citando no solo la defensa sino también la salud, el control de fronteras o el agro.
Antonio Abad, de Hispasat, subrayó cuatro áreas que pueden fortalecer ese esperado crecimiento. La primera es la conectividad global pues 3.500 millones de personas carecen de acceso a internet y la infraestructura espacial será clave para expandir las comunicaciones. El segundo punto es el Internet de las cosas (IoT) pues se prevé que las conexiones entre máquinas superen en 10 veces a las de los usuarios humanos, lo que requerirá una infraestructura fuerte y engrasada. El aspecto de la movilidad también influirá incluyendo no sólo el transporte marítimo y ferroviario sino los vehículos autómonos. Y finalmente, la seguridad y la protección de los datos.
Abad subrayó que el sector enfrenta riesgos determinados que pueden provocar "altos y bajos" y que "algunas compañías desaparezcan" en un proceso de reorganización.
Noelia Sánchez, de Arribes, remarcó en este sentido lo siguiente: "Creceremos si cambiamos la forma de trabajar".
Por su parte, Nicolás Martín, del área de usuarios, servicios y aplicaciones de la Agencia Espacial Española (AEE), pronosticó un aumento en el volumen de negocio favorecido por el actual contexto geopolítico.