La nave Starliner de Boeing ya está conectada a la parte superior del cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA) que lo impulsará hacia la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) con los astronautas de NASA Butch Wilmore y Suni Williams a bordo. El vuelo está programado para no antes del lunes 6 de mayo desde Cabo Cañaveral, Florida.
La dupla está concluyendo sus preparativos en Houston y llegarán al Centro Espacial Kennedy durante la próxima semana. Según lo programado estarán aproximadamente una semana en el laboratorio orbital antes de que la cápsula de la tripulación realice un aterrizaje asistido con paracaídas y en el suroeste de Estados Unidos.
Firma: Boeing
La misión ha sufrido constantes retrasos, al igual que su primera prueba no tripulada. Si en un comienzo se consideraba julio de 2023, ha debido ser aplazada en incontables ocasiones por problemas como el diseño de los paracaídas y la seguridad de la nave. En un momento se tanteó marzo de 2024 para luego hablar del quinto mes de este año, en caso de que no surjan nuevos inconvenientes. De hecho, Boeing ha debido enfrentar un sobrecoste superior a los 1.400 millones de dólares.
El desarrollo de la misión busca ser una alternativa a SpaceX en las misiones hacia la ISS, considerando la "crisis" de lanzadores que enfrenta Europa (que debería finalizar con las actividades del Ariane 6 y el Vega-C) y la falta de otras compañías que ofrezcan el mismo servicio de "taxi" de manera confiable. Pese a las sanciones y el enfriamiento de las relaciones tras la invasión a Ucrania, vale la pena mencionar que un acuerdo ha permitido el uso de naves rusas Zoyus.