Una industria espacial puntera

España es la quinta potencia espacial europea, tanto por el tamaño de su industria como por el volumen de la inversión pública en programas espaciales.

La actividad espacial en España, cuyos inicios se remontan a mediados del siglo pasado, ha conllevado el desarrollo de un sector industrial potente. El tejido industrial español cuenta hoy en día con numerosas empresas que han alcanzado una elevada excelencia y reconocimiento internacional en tecnologías punteras, tanto en el segmento terreno como en satélites y lanzadores.

La inversión pública en espacio se articula por un lado en la participación en programas internacionales a través de la ESA, Eumetsat y de los programas financiados con fondos europeos (Copernicus, Galileo, etc.) y por otro lado a través de programas domésticos, como el Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS) y los satélites gubernamentales de telecomunicación, gestionados por el operador Hisdesat.

Es fundamental para nuestro país que estas inversiones, además de servir al interés general de dotarnos con infraestructuras necesarias para nuestro desarrollo y bienestar, sirvan también de motor para la industria doméstica, favoreciendo que las empresas españolas asuman un rol de liderazgo. Esto redunda a su vez en mantener en el ámbito español elementos tecnológicos claves para la soberanía nacional.

Nuestra industria nacional ya está preparada para liderar las próximas misiones españolas, tales como el próximo satélite gubernamental de telecomunicaciones para reemplazar al satélite Spainsat, fabricado en su día por una empresa estadounidense, o la siguiente generación de satélites nacionales de observación de la Tierra.

No hay que olvidar, además, que la industria espacial española tiene una notable presencia en mercados de exportación, participando tanto en programas para operadores comerciales de satélite como en programas para agencias espaciales de otros países. Como ejemplo, Thales Alenia Space España que lidera actualmente el desarrollo de los sistemas de comunicaciones para cinco satélites de observación de la Tierra de Corea del Sur y Alemania, al frente de amplios consorcios industriales internacionales. Este tipo de actividades de alto valor añadido son el fruto en gran medida de la experiencia ganada anteriormente en el marco de programas institucionales.

Desde la industria vemos también con interés los movimientos en la Administración española para la posible creación de una Agencia Espacial Española. Creemos que ésta puede ser una herramienta útil para poner en práctica una estrategia nacional para el sector espacial y coordinar de forma más eficiente los intereses e inversiones públicas en materia espacial. El modelo a seguir, desde nuestro punto de vista, es el de una entidad de gestión que agrupe los recursos del Estado en materia espacial, sin coste adicional, parecido al modelo puesto en práctica recientemente en el Reino Unido.

Finalmente, quiero aprovechar estas líneas para expresar mi convencimiento de que el nuevo gobierno que se forme compartirá la importancia estratégica del sector espacial y la importancia de desarrollar tecnología puntera en nuestro país, como generador de valor económico, dinamizador de otros sectores de actividad y catalizador para la creación de empleo de alta cualificación, además de fuente de prestigio y reconocimiento para el país a nivel internacional.

*Opinión de ProEspacio