La Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado a conocer una gran cantidad de resultados de la fase de crucero de la misión Solar Orbiter. Para una misión que aún no ha entrado en su fase científica principal, Solar Orbiter ya ha generado mucha ciencia excelente.
Las observaciones forenses de la superficie solar, las mediciones de un estallido gigante de partículas energéticas y un encuentro con la cola de un cometa son solo algunos de los aspectos más destacados de los más de cincuenta artículos que comprenden un número especial de Astronomía y Astrofísica y que se presentan hoy en la edición anual. “Los resultados publicados hoy demuestran la variedad de ciencia solar que la misión está haciendo posible y señalan la gran cantidad de datos que ahora fluyen de regreso a la Tierra”, ha explicado científico adjunto del proyecto de la ESA para Solar Orbiter, Yannis Zouganelis.
La fase de crucero de Solar Orbiter comenzó el 15 de junio de 2020 y duró hasta el 27 de noviembre de 2021. Durante ese tiempo, la nave espacial adquirió datos científicos con sus instrumentos in situ, que están diseñados para medir el entorno alrededor de la nave espacial. También utilizó su equipo de detección remota para mirar el Sol con el fin de caracterizar y calibrar esos instrumentos. Algunos de estos datos resultaron ser de tan buena calidad que permitieron emprender los primeros estudios científicos antes de la fase científica principal, que comenzó a finales de noviembre de 2021.
Cuando la nave espacial abrió sus ojos por primera vez, luego de su lanzamiento en febrero de 2020, su Extreme Ultraviolet Imager (EUI) descubrió una serie de erupciones solares en miniatura que los científicos apodaron fogatas. Estos podrían desempeñar un papel clave para explicar la temperatura de un millón de grados de la atmósfera exterior del Sol, la corona, que ha desafiado toda explicación durante muchas décadas.
En los últimos resultados, el instrumento EUI ha estado adquiriendo algunas observaciones en un modo de alta cadencia, devolviendo una imagen de la corona solar cada dos segundos. Estas secuencias de imágenes se encuentran entre las observaciones de cadencia más alta de la corona solar jamás registradas en el ultravioleta extremo. Los datos revelan una clase dinámica de fogatas que disparan chorros de gas electrificado conocido como plasma a velocidades de cien kilómetros por segundo. Se observa que estos chorros existen durante solo 10 a 20 segundos.
Y la vista seguirá mejorando a medida que Solar Orbiter se acerque al Sol. Y gracias a una actualización en las estaciones terrestres de la ESA, la nave espacial puede transmitir más datos de alta cadencia de lo previsto antes del lanzamiento.
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