David Szondy / Gizmag.- Tras el accidente de la SpaceShipTwo de Virgin Galactic cuatro días después de que explotara en su plataforma de lanzamiento el cohete Antares/Cygnus de Orbital Sciences, la semana pasada ha sido mala para los vuelos comerciales espaciales en general y para el turismo espacial en particular. A pesar de que las investigaciones sobre el accidente del SpaceShipTwo acaban de empezar, ya hay quienes afirman que el sueño de Sir Richard Branson de enviar turistas en vuelos suborbitales está tan muerto como el de Hindenburg. Pero, ¿lo está realmente? Empecemos por lo obvio. Lo que ha ocurrido es, sin duda, un serio revés para Virgin Galactic. El accidente de un proyecto tan fuertemente publicitado como éste tiene todas las posibilidades de asustar a clientes, inversores y público en general, y de invitar a todo tipo de regulaciones gubernamentales. Para una empresa cuyo principal objetivo es que clientes adinerados den un paseo a 100 kilómetros de altura a cambio de 250.000 dólares, el siniestro podría significar la pérdida de confianza.
Tras arrancar las investigaciones, se sospecha del uso por primera vez del combustible sólido de poliamida termoplástica. Algunos afirman que el diseño básico es el que tiene la culpa, pero también podría haberse debido a un error en la construcción o en las comprobaciones previas, a un componente defectuoso, a un error humano de la tripulación, a las condiciones climatológicas o simplemente a la mala suerte. Sólo el futuro lo dirá.
Una cosa a tener en cuenta es que la SpaceShipTwo estaba en un vuelo de pruebas, y los pilotos de pruebas están a la altura de los artificieros y los corresponsales de guerra en las listas de las personas menos deseables para las compañías de seguros. Eso nos hace remontarnos a Eilmer de Malmesbury, un monje benedictino de la abadía de Malmesbury en Wiltshire (Inglaterra) que, en algún momento del siglo XI, atado con un par de alas hechas a mano, saltó desde la torre de la abadía y se rompió las piernas en lo que se ha llamado el primer vuelo de pruebas confirmado de la Historia. Luego llegó Jean-François Pilâtre de Rozier, la primera víctima mortal aérea sólo dos años después del primer vuelo en globo, seguida por Sophie Blanchard, la primera mujer que murió cuando su globo se incendió en 1819.
En este contexto se produjo el desastre del SpaceShipTwo y lo más razonable es saber si el turismo espacial es técnica y económicamente viable, pero esta cuestión tan compleja va más allá de las cuestiones de seguridad. A pesar de que es una tragedia, el accidente del SpaceShipTwo es parte del juego.
¿Morirá el turismo espacial con SpaceShipTwo en el desierto de Mojave? Desde el punto de vista tecnológico, no hay razón para pensar eso. Aunque el diseño de Scaled Composites es en muchos aspectos revolucionario, la mayor parte representa el camino ya trazado por el programa espacial estadounidense X15 desarollado en la década de los 50 y 60 y que sufrió un par de accidentes espectaculares. Esta tecnología forma parte del sector de los vuelos espaciales, que ahora cumple más de medio siglo de vida, y del que nuestra civilización depende para su seguridad y prosperidad.
Al final, sin embargo, la reacción del público es el verdadero catalizador. Incluso el proyecto comercial más sólido puede quedar herido de muerte por una mala campaña de publicidad. En la década de los 50, por ejemplo, el avión De Havilland Comet puso a Gran Bretaña varios años por delante de la competencia en la carrera para conseguir el primer jet de pasajeros. Sin embargo, una serie de accidentes alarmantes debidos a un defecto del diseño lo arruinó para siempre, a pesar del hecho de que la estructura del avión ha seguido volando con un notable historial de seguridad hasta hace sólo unos pocos años. Lo mismo se puede decir de coches, trenes, e incluso de ordenadores portátiles que tuvieron un mal día y nunca se recuperaron.
Dicho esto, y a pesar de que prosperen sus competidores, Virgin Galactic podría sufrir las consecuencias. A menos que Sir Richard contrarreste la publicidad del accidente, la marca Virgin Galactic podría quedar tocada para siempre. Y teniendo en cuenta su historial de grandes retrasos y futuro incierto, eso sigue siendo una posibilidad. No obstante, hasta esa posibilidad puede ser discutible. Cuando Sir Richard Branson abordó la idea de fabricar una nave turística suborbital, pareció una locura. Ahora hay una serie de empresas con proyectos similares e incluso con planes para que la nave lleve a turistas de vacaciones a hoteles en órbita. Puede ser que un nuevo retraso signifique simplemente que el SpaceShipTwo quede rezagado con respecto a los demás.
¿Merece la pena el coste que tiene el turismo espacial? Esa es una pregunta muy difícil de contestar, ya que depende en gran medida de nuestra percepción del riesgo. Hay momentos en la vida cuando exigimos un riesgo cero, y otros cuando aceptamos con alegría una alarmantemente alta probabilidad de morir, por ejemplo, cada vez que entramos en la ducha o conducimos un coche. Incluso la pregunta de si merece la pena arriesgar una sola vida por el turismo es una cuestión con perspectiva, dado que hombres y mujeres de los servicios de emergencia arriesgan sus vidas todos los días rescatando a personas en las montañas, y la mayoría de ellos son excursionistas y escaladores y no mineros ni leñadores.
A esto se añade el hecho de que las tecnologías que se aplican en el SpaceShipTwo tienen aplicaciones más allá de enviar actores famosos de Hollywood a un emocionante y caro viaje. Virgin Galactic ya está ofreciendo el uso de su nave a misiones científicas suborbitales y el lanzador también está siendo desarrollado para poner satélites en órbita. Eso también es un factor en el futuro de la industria.
Quizás la mejor manera de resumir la situación es repetir las palabras del [astronauta canadiense] Chris Hadfield al apoyar a Virgin Galactic: "Al probar los límites de las capacidades y tecnologías humanas, estamos de pie sobre los hombros de gigantes. [El viernes] nos caímos. Ahora vamos a evaluar exhaustivamente los resultados del accidente y estamos decididos a aprender de ello y avanzar juntos como una empresa".