La misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) y sus dos cubesats han interactuado como si estuvieran ya en el espacio, pero en realidad se encontraban dentro de las paredes revestidas de espuma de la cámara de pruebas Maxwell que posee la Agencia en Holanda.
El trío de ingenios se comunicó entre sí y compartió datos e información de alcance al mismo tiempo que su nave nodriza Hera recibía órdenes de los controladores de su misión en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) situado en la localidad germana de Darmstadt.
Las pruebas se llevaron a cabo dentro de la cámara de compatibilidad electromagnética Maxwell, parte del Centro de Pruebas ESTEC de la ESA, la instalación de test de naves espaciales más grande de Europa. Las paredes metálicas de 9 metros de altura de Maxwell lo protegen de todas las interferencias de radio externas, mientras que sus pirámides interiores de espuma absorben todas las ondas de radio de los sistemas espaciales que se están probando. El resultado es una ubicación que imita el vacío infinito del espacio.
El ensayo también implicó al ESOC, lo que permitió al equipo de operaciones de Hera con base en Alemania operar la nave espacial de forma remota y transmitir telemetría y datos a través de la antena de alta ganancia de 1,13 metros de diámetro que posee el sistema, , exactamente como lo harán una vez que Hera esté en el espacio.
Misión DART
Hera es la primera misión de la ESA concebida para la defensa planetaria. El sistema, cuyo lanzamiento está previsto para octubre de este año, volará rumbo al sistema binario de asteroides Didymos, en el espacio profundo, para realizar un estudio de la luna Dimorphos en órbita alrededor del cuerpo primario.
El Dimorphos, del tamaño de la Gran Pirámide de Giza en Egipto, es el primer objeto del Sistema Solar cuya órbita cambió de trayectoria debido a la acción humana, después de que la misión DART de la NASA impactara en él en 2022.
Hera tiene como objetivo recopilar datos sobre Dimorphos cruciales para los científicos, con el fin de convertir el experimento a gran escala de DART en una técnica de defensa planetaria desarrollada y potencialmente repetible. Para aumentar el rendimiento de datos, Hera lleva consigo dos cubesats, que portan instrumentos adicionales y volarán más cerca de la superficie del asteroide que la nave espacial principal, antes de aterrizar finalmente en él.
El cubesat Juventas lleva un instrumento de radar que realizará el primer sondeo de radar de la estructura interna de un asteroide, junto con un gravímetro que detecta la gravedad. Su homólogo Milani alberga un generador de imágenes multiespectral para estudiar la mineralogía de la superficie, así como un detector de polvo.