Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS en sus siglas en inglés) operarán en remoto desde el espacio tres robots en tierra gracias al programa Surface Avatar, que engloba: un sistema de aterrizaje con un brazo robótico que podrá cargar y descargar muestras; un robot humanoide llamado Rollin; y por último y un perro-robot bautizado como Bert.
Los diferentes robots trabajarán juntos en tierra y serán comandados por la tripulación en la ISS mediante una computadora, un joystick y un dispositivo de entrada de siete grados de libertad. En definitiva, este proyecto permite la exploración de la capacidad de un usuario humano para controlar robots desde el espacio.
La Agencia Espacial Alemana (DLR) colabora con la europea en el experimento Surface Avatar, un proyecto conjunto entre ambas agencias que se ejecutará en 2022-2023. Los protagonistas son tres robots diferentes que irán a trabajar al Centro Alemán de Operaciones Espaciales (GSOC) de DLR en Oberpfaffenhofen, en Alemania.
El centro técnico Estec de la Agencia Espacial Europea (ESA) en los Países Bajos está preparando un cuarto autómata: un rover con dos brazos robóticos. En breve se unirán todos de ellos y estarán listos para convertirse en una extensión del operador en la Misión Huginn, sobre todo destinadas a labores complejas, aunque tales funciones se mantienen en secreto.
Ir más allá: acoples hápticos
El proyecto también examinará las posibilidades de una interfaz de usuario multimodal que permita a los humanos teleoperar robots como compañeros de trabajo inteligentes y avatares acoplados hápticamente.
El experimento Surface Avatar ha evolucionado a partir de varios experimentos diferentes, fusionando diferentes enfoques de teleoperaciones y autonomía supervisada en un gran proyecto. Combina la experiencia de todos ellos en un solo experimento y tiene como objetivo hacer que la suma sea mayor que sus partes, mediante el uso de la autonomía supervisada y los controles de retroalimentación de fuerza.
La ESA está sentando las bases para la exploración robótica junto con los humanos. Experimentos como estos de la Estación Espacial permiten desarrollar la próxima generación de exploradores que podrían controlar robots en la Luna y Marte desde puestos de avanzada en órbita.