China ha puesto en órbita el satélite Einstein Probe (EP), equipado con instrumentos de rayos X "de alta sensibilidad y gran ángulo de visión" para explorar los cielos en búsqueda de emisiones de luz de misteriosos objetos celestes, como estrellas de neutrones y agujeros negros. El lanzamiento, que ha sido desde el cohete Gran Marcha-2C en el centro de Xichang, en la provincia de Sichuan, ha provocado una alerta de emergencia en Taiwán a días de que la isla autónoma celebre una elección presidencial que mantiene la atención internacional.
El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, explicó en una rueda de prensa que el mensaje se emitió "por posibles basuras. Cuando un cohete vuela abiertamente en nuestro cielo, algunos de sus tubos o restos caerán en esta región. Esa es la razón, ya ha sucedido antes".
Impresión artística de Einstein Probe. Firma: Chinese Academy of Sciences
Participación europea en Einstein Probe
El proyecto es liderado por la Academia de Ciencias de China (CAS), en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE) de Alemania. La sonda tiene un peso alrededor de 1,45 toneladas y la forma de una flor de loto en plena floración con 12 "pétalos" (telescopios de rayos X de campo amplio, WXT por sus siglas en inglés) y dos "estambres" (módulos de seguimiento, FXT).
Estos aparatos forman un observatorio espacial que tiene como objetivo ayudar a los científicos a capturar la primera luz proveniente de las explosiones de supernovas, buscar y localizar señales de rayos X que acompañan a los eventos de ondas gravitacionales y descubrir agujeros negros inactivos y otros objetos celestes transitorios y variables débiles en los confines del universo.
El investigador principal de la misión, Yuan Weimin, explica que "dado que los agujeros negros y las ondas gravitacionales son predicciones hechas por la teoría de la relatividad general de Einstein, el satélite lleva el nombre del gran científico".