China ha anunciado el lanzamiento de un cohete Long March 5B del que, minutos más tarde, se separó exitosamente un prototipo de nave espacial no tripulada que consiguió entrar en su órbita.
Este logro supone un paso más en las ambiciones del gigante asiático de operar una estación espacial permanente y enviar astronautas a la Luna. La futura aeronave tendrá capacidad para una tripulación de hasta seis personas.
El diseñador de la nave y miembro de la Academia de Tecnología Espacial China, Yang Qing, explicó a la agencia de noticias oficial Xinhua que la misión pondrá a prueba las "tecnologías clave" del vehículo, incluido el control de su reingreso a la atmósfera, su tecnología de protección y recuperación de calor.
De acuerdo a lo programado, la futura estación espacial Tiangong, cuyo nombre significa Palacio Celestial, comenzará a ser ensamblada este año y las tareas finalizarán en 2022.
La estructura contará con tres módulos, con habitaciones, cuartos de trabajo y dos anexos para experimentos científicos.
Entre los planes de China figura pisar la superficie lunar, aproximadamente, dentro de una década, para después construir una base allí.
El gigante asiático se convirtió en la primera nación en aterrizar en la cara oculta de la Luna, en enero de 2019, desplegando un vehículo de exploración que ha recorrido unos 450 metros hasta el momento.
La próxima gran misión para Beijing es aterrizar una sonda en Marte, que se espera despegue este año.
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