Tres sistemas de navegación de tres países diferentes. Galileo, GPS y Glonass lideran los programas de posicionamiento civiles. El último en llegar ha sido el europeo y las instituciones comunitarias han destacado sus ventajas sobre los competidores. Se trata de un mercado cuyo valor para 2025 se estima en 135.000 millones de euros.
Un total de 17 años y 10.000 millones de euros fueron necesarios para que Galileo se convirtiera oficialmente en rival del GPS estadounidense y, en menor medida, del Glonass ruso, como GNSS (Global Navigation Satellite System, Sistema Global de Navegación por Satélite).
La Unión Europea (UE) es la propietaria del programa Galileo y la encargada de su financiación, sin embargo, la Comisión Europea (CE) es la que supervisa y gestiona la implementación de todas sus actividades. La ESA ha llevado a cabo las fases de definición, desarrollo y validación en órbita, financiadas conjuntamente por la ESA y la Comisión Europea. Galileo ofrece servicios de posicionamiento de alta precisión a una gran variedad de usuarios de todo el mundo, como aseguran la ESA y la CE. Galileo comprende la colocación en órbita de un total de 24 satélites, más los de reserva. La constelación estará finalizada el año 2020. Por ahora, tiene 18 en órbita, frente a los 31 del sistema estadounidense y a los 24 del Glonass.
En cuanto a la participación española, en el programa Galileo han trabajado 13 empresas desde sus fases iniciales. Entre ellas, se encuentran Airbus, GMV, GTD, Iberespacio, Indra, Sener y Thales Alenia Space España. La empresa española BQ ya comercializa móviles con el sistema Galileo y se espera que otros fabricantes se unan a esta tendencia progresivamente.
Las ventajas de Galileo
La señal de Galileo permitirá alcanzar áreas que actualmente no se pueden localizar y reducirá notablemente la ubicación y el tiempo de detección en servicios de búsqueda y rescate. En otras palabras, garantizará datos de posición muy precisos, aunque no estarán disponibles en todo momento. Este sistema es plenamente compatible con los otros dos mencionados anteriormente.
Cabe explicar que esa precisión será válida para todo tipo de aplicaciones civiles, entre las que se incluyen navegadores para vehículos, teléfonos móviles, transporte marítimo, aéreo, ferroviario y por carretera. La Unión Europea y la ESA han recalcado en varias ocasiones que el margen de error a la hora de localizar un punto es de un metro. Además, se trata de ofrecer mejor posicionamiento tanto en medidas horizontales como verticales y funcionar mejor en latitudes altas.
Galileo también se diferencia en cómo orbitan sus satélites alrededor de la tierra, pues su trayectoria está ligeramente inclinada hacia los polos para dar información sobre estas regiones. En este sentido, tanto Glonass como GPS no son capaces de llegar con tanta precisión.
Además, según la Agencia Espacial Europea, la novedad que aporta Galileo es la posibilidad de que los equipos de emergencia respondan a partir de la recepción de un mensaje y que se ponga en marcha la operativa de rescate. Con los satélites hacen falta tres horas para reducir el área de búsqueda de una persona a un radio de diez kilómetros, mientras Galileo solo necesita diez minutos para posicionar a alguien en un radio de cinco kilómetros.
Además, Galileo permitirá que los aviones comerciales aterricen y despeguen con mayor seguridad, gracias a la mayor precisión del sistema y a una correc ción de errores mucho más ágil que la que aporta el uso únicamente del GPS. Además, cada satélite que forma parte de Galileo puede transmitir más información que sus equivalentes de GPS y Glonass, que son más antiguos.
Foto: IDS.