La cuenca minera de Río Tinto será el escenario entre el 15 y el 30 de abril de una serie de ensayos para una futura misión humana y robótica a Marte, en el marco del proyecto europeo Moonwalk. Esta iniciativa, coordinada por el Centro de Astrobiología (Csic-Inta), tiene como objetivo el desarrollo y mejora de las técnicas para la ejecución de actividades entre un astronauta y un robot.
Durante estos ensayos, los ingenieros del proyecto probarán por primera vez diversos sistemas y equipos como la comunicación gestual entre el astronauta y el rover de exploración Yemo, el traje espacial Gandolfi 2 o el prototipo de hábitat desplegable para exploración de ambientes extremos SHEE (Self-deployable Habitat for Extrem Environments).
El Centro de Astrobiología, a través del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), es la institución española involucrada en este proyecto internacional y la encargada de coordinar los ensayos en Río Tinto, además de dirigir las actividades científicas.
El CAB además contribuirá con dos instrumentos científicos: el Solid (Signs Of Life Detector), que detecta biomoléculas procedentes de microbios, y uno de los prototipos del RLS (Raman Laser Spectrometer), diseñado para la misión ExoMars2018 de la Agencia Espacial Europea (ESA), que buscará pigmentos y minerales. El objetivo primordial de estos instrumentos es la detección de rastros de vida microbiana.
Escenario idóneo
La zona de la cuenca minera de Río Tinto está situada en la provincia de Huelva y presenta característicos colores rojizos y amarillentos debido a la elevada presencia de compuestos de hierro y azufre, como la jarosita, un mineral que también se ha encontrado en Marte. Por ello, este análogo marciano ha sido elegido en numerosas ocasiones para la realización de campañas como Moonwalk.
"Lo que aprendamos en esta campaña será extrapolable a la que se desarrollará posteriormente en Marsella, porque al fin y al cabo, las actividades extravehiculares van a ser similares", comenta el director de la campaña en Río Tinto y responsable científico del proyecto, Víctor Parro, investigador del CAB.
En el caso de Marsella, se realizarán ensayos bajo el mar, simulando condiciones de baja gravedad, como si se realizaran actividades extravehiculares en la superficie lunar. Ambas campañas se seguirán en tiempo real desde el Centro Internacional de Control de la Misión, en Zaventem (Bruselas, Bélgica).
Moonwalk comenzó hace tres años. Se enmarca en el Séptimo Programa Marco (FP7) de la Unión Europea que compara diferentes modalidades de equipos astronauta-robot y astronauta-astronauta en el desempeño de múltiples tareas, usando como escenarios operativos dos ambientes análogos de Marte y la Luna, Río Tinto y el fondo marino de la costa de Marsella, respectivamente.
Foto: CAB