La ESA prueba con éxito el IXV, un prototipo de nave reutilizable

(infoespacial.com) Madrid F. Herranz.- A bordo de un cohete ligero Vega (VV04), el Vehículo Intermedio Experimental (IXV) ha realizado con éxito su primer vuelo de prueba, despegando desde la base europea de la Guayana Francesa en el Océano Atlántico rumbo hacia el este y reentrando en la atmósfera terrestre tras recorrer 32.400 kilómetros en 100 minutos y amerizar de forma controlada gracias a cuatro paracaidas y un sistema de airbags en aguas del Océano Pacífico.

El IXV es un hito en el desarrollo de la Agencia Espacial Europea (ESA) porque hasta ahora Europa no tenía experiencia en tecnología de reentrada controlada y autónoma de naves. El vehículo no será todavía operacional; es un demostrador, un experimento que servirá para diseñar un hermano mayor cuyo objetivo será llevar carga a la Estación Espacial Internacional (ISS) y recuperar la plataforma. También podría servir para recoger asteroides, para misiones tripuladas –como lo era la lanzadera Shuttle de la NASA-, para operaciones on-orbit, es decir, para reparaciones de satélites en el espacio e incluso para turismo espacial.

La participación industrial española en el IXV ha sido clave para la misión pues se ha encargado esencialmente del subsistema Guíado, Navegación y Control (GNC), es decir, determina parámetros críticos como hacia dónde se dirige el ingenio y en qué posición se encuentra exactamente en todo momento. Los contribuyentes han sido Elecnor Deimos, Sener, GMV, GTD y Rymsa.

El guiado, navegación y control realizó una serie de maniobras planificadas gracias a dos flaps de material cerámico –otro elemento pionero- y a cuatro propulsores de 400N de potencia cada uno.

Durante el vuelo, el IXV, de 2.000 kilos de peso, llegó a alcanzar 30 Mach de velocidad y una altura máxima de 420 kilometros, similar a la que tiene la ISS. El vehículo no tiene alas pero sí una aerodinámica probada. Sus medidas son 5 metros de longitud, por 2,2 metros de ancho y 1,5 de alto. Durante la fase de reentrada, sus placas cerámicas soportaron temperaturas cercanas a los 2.000 grados Celsius.

El prototipo, cuyo contratista principal ha sido Thales Alenia Space Italia, ha tenido un presupuesto de 150 millones de euros, una misión relativamente barata para los patrones industriales espaciales.

En total han participado 40 empresas de siete países de la ESA: Italia, Francia, España, Suiza, Bélgica, Irlanda y Portugal.

“Es un gran comienzo”, dijo el todavía director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain, tras confirmarse el éxito del vuelo de prueba.

Foto: ESA